Efectos secundarios del tratamiento

La cirugía para los cánceres de cabeza y cuello altera, con frecuencia, la facultad del paciente para masticar, para tragar o para hablar. Quizás el aspecto del paciente sea diferente después de la cirugía, y su cara y su cuello pueden estar hinchados. Generalmente, la hinchazón desaparece en unas pocas semanas. Sin embargo, si se extirpan los ganglios linfáticos, el flujo de la linfa puede ser más lento en donde se extirparon, y la linfa se puede acumular en los tejidos. Esto puede causar más hinchazón que dure más tiempo.

Después de una laringectomía (cirugía para extirpar la laringe) o de otras cirugías del cuello, quizás el paciente sienta entumecimiento en algunas regiones del cuello y de la garganta debido a que se cortaron algunos nervios. Si se extirparon los ganglios linfáticos en el cuello, los hombros y el cuello pueden volverse débiles y tiesos.Los pacientes que reciben radiación a la cabeza y al cuello pueden presentar enrojecimiento, irritación y llagas en la boca; sequedad de la boca o saliva espesa; dificultad para tragar; cambios en el sabor; o náuseas. Otros problemas que quizás ocurran durante el tratamiento son la falta del sentido del gusto, lo cual puede hacer que no haya apetito y afectar la nutrición, y dolor de oído (causado por cerumen endurecido).

Los pacientes pueden notar también algo de hinchazón o flacidez de la piel debajo del mentón, y cambios en la textura de la piel. La mandíbula se puede sentir rígida, y es posible que los pacientes no puedan abrir la boca tanto como lo hacían antes del tratamiento.

Los pacientes deberán indicar cualquier efecto secundario a sus médicos o enfermeras y preguntar qué deben hacer.