INTRODUCCIÓN

 

 Tras el terrible momento del diagnóstico del cáncer,(bien sea de un familiar o a ti mismo) te encuentras con un cambio total en tu vida.

 Este libro surgió a consecuencia de tener que hacer frente a esos cambios que aparecieron en nuestras vidas.

 

 Antes de comenzar el tratamiento, mi marido ya tenía alguna dificultad para comer, pues tenía molestias en la boca a consecuencia de haberse mordido la lengua, pero comía de todo, que no fuera duro, y comía bastante. El cáncer que le diagnosticaron afectaba esa zona(cáncer de cabeza y cuello), pero cuando ya comenzó el tratamiento de quimioterapia y radioterapia los problemas para comer se acentuaron muchísimo.

 Como ocurre en estos casos, comenzamos teniendo que asistir a varias consultas de distintas especialidades. Fuimos a que le viera un endocrino especialista en nutrición para darnos unas pautas a seguir en su alimentación, desde ese momento y en lo sucesivo.

 Después de esa y otras consultas a oncología radioterápica y oncología médica comenzó el tratamiento. Tras el primer tratamiento tuvo que ser ingresado, y desde ese momento tuvimos más contacto con la Dra. Lara Iglesias. Los problemas para comer se acentuaron mucho, comiendo únicamente purés y a veces no podía comer ni eso, sólo líquidos o cremas muy ligeras.

 Cada vez que me metía en la cocina para prepararle su comida, mi cabeza era un auténtico molinillo, entre la preocupación por la enfermedad en cuestión y por la debilidad que comenzaba a tener a consecuencia de los efectos de la misma. Si él no estaba fuerte no podría plantar cara a la enfermedad y si no comía era evidente que no tendría esa fuerza física necesaria, pues entre el dolor y los efectos del tratamiento había perdido las ganas de comer.

 Cada vez comía menos, y eso que él hacía todo lo posible por comer, pero lo que ingería no era suficiente, seguía perdiendo peso y cada vez se debilitaba más.

 Un día me decidí, que entre lo que sabía por cocinar a diario para mi familia, recoger datos de temas que había estudiado muchos años atrás, más lo que me había indicado el médico sobre la nutrición y recetas que guardas en una caja por el por si acaso….hacer una combinación para que por lo menos esta situación, que suele ser habitual en estos tratamientos, durara lo menos posible.

 Comencé a hacerle comidas e ir apuntando los ingredientes, buscando los nutrientes de cada uno de ellos y a la vez hacer una comida lo más habitual posible.

 Aún así, siempre te quedas insegura de lo que vas haciendo y se lo comenté a la Dra. Iglesias. Le llevé dos recetas, con los cuadros nutricionales que yo había ido haciendo, pero eran tannnnn largos que ocupaban dos hojas. La Dra. Iglesias, se leyó las recetas y nos dijo que si se las podía dejar para dárselas a otros pacientes, pues llega un momento en el que nos sabían que hacer de comida.

 No os quiero contar lo que llegué a sentir, no solamente era bueno para mi marido sino que podía ir bien a otras personas que estaban en una situación similar a la nuestra.

 Entonces le dije que si me podía ayudar para poder hacer un cuadro n utricional que sirviera de orientación y ayuda para las personas que estaban en tratamiento oncológico con las defensas bajas a consecuencia de la enfermedad y los tratamientos, pues cuando estás en tu casa te encuentras totalmente perdida sin saber bien que hacer. Y la Dra. Iglesias, con la serenidad que muestra en todo momento y con una sonrisa llena de dulzura, dijo, que eso vendría muy bien a otras personas. Cogió el enorme cuadro nutricional que llevé y se puso a tachar algunas de las cosas, y de ahí salió la idea de hacer este libro de recetas.

 

 En la mayoría de los casos son recetas fáciles, clásicas y tradicionales, adaptadas a las necesidades nutricionales de estos momentos.

 

Solo espero, que si os toca pasar de forma directa o indirectamente por esta situación, os sea de ayuda.

 

 

María Jesús Romero